¿Que es la Plataforma de Trabajadores de Correos?

La Plataforma de Trabajadorxs de Correos es una alternativa de lucha asamblearia, autónoma y autogestionada formada por trabajador@s de Correos y creada al margen de los sindicatos, esta iniciativa partió de Sevilla a finales de 2005.

El objetivo de la Plataforma es la consecución de los 10 puntos de nuestra tabla reivindicativa:


  1. Subida salarial lineal de 300 euros al mes.
  2. Reconocimiento a todo el personal de la antigüedad y su cobro.
  3. Equiparación de Niveles con el resto de las Administraciones.
  4. Cláusula de Revisión Salarial.
  5. Jornada laboral de 35 horas, de lunes a viernes.
  6. A igual trabajo, igual salario y mismos derechos.
  7. Estabilidad en el empleo no a la Precariedad Laboral.
  8. Readmisión de los despedidos.
  9. Por un correo público. No a la privatización.
  10. No al acoso laboral y a la represión.


Si quieres recibir nuestros comunicados y convocatorias escríbenos a plataformacorreosmadrid@gmail.com


jueves, 1 de febrero de 2007

Formulario de Contacto

1 comentario:

Anónimo dijo...

La huelga convocada en Madrid con motivo de la supresión del turno de tarde en algunos distritos lo único que hace es escamotear la realidad que vivimos los trabajadores en esta empresa utilizándola para agitar demagógicamente.

Porque la realidad es muy oscura: aumento desmesurado de la carga de trabajo (especialmente en los distritos de la periferia urbana), endurecimiento del régimen interno, utilización arbitraria y despótica de los trabajadores recién entrados (que pueden ser trasladados de puesto y turno sin más) y un largo etcétera.
Cuando los sindicatos han convocado esta huelga simplemente han aludido a estos problemas para ganarse a los trabajadores mientras los llevan a movilizarse simplemente por un hecho puntual de política empresarial.
No es que la situación de los trabajadores que van a ser desplazados de su turno no deban ser respaldados por el resto, pero lo que se ha hecho por parte de los sindicatos convocantes ha sido involucrar estas situaciones en una lucha “por el puesto de trabajo” que es la lucha por una determinada organización de la Empresa, no por las condiciones de los trabajadores. Para defender éstas la huelga iría dirigida directamente contra la penosa situación que se viva, especialmente entre los trabajadores recién llegados.
Pero subordinando esta lucha a la reivindicación empresarial lo que se consigue son dos cosas:
a) en primer lugar desviar una lucha necesaria hacia objetivos estériles, que no sirven de nada a los trabajadores (de hecho mantener el turno de tarde no garantiza nada respecto a cómo se va a trabajar en ese turno, etc.) Una lucha sin futuro que simplemente beneficia al status quo sindical.
b) Una huelga farsa. Porque si tiene repercusión entre los trabajadores será por causas diferentes a las que pretenden los sindicatos que convocan. Será por la realidad que vivimos y no por las falsas soluciones que intentan colar.
Ésta será una huelga sin perspectivas ni futuro. No se ha organizado. Simplemente se ha hecho un simulacro, con unas asambleas y una notificación vía comunicado a los trabajadores. Sin garantizar siquiera el respaldo mínimo imprescindible (una concentración simbólica en Conde de Peñalver, mientras los camiones con correo circularán libremente, mientras la empresa llenará –en el hipotético caso de algo pare- las secciones de eventuales…) Es una huelga puramente simbólica, por tanto mentirosa , convocada de manera inconsistente como por hacer algo pero sin querer mojarse mucho (la ley del mínimo esfuerzo, la ley de la PRODUCTIVIDAD a BAJO COSTE que rige para los sindicalistas de carácter empresarial)
Con esto los sindicatos llamados alternativos terminan la labor que sus hermanos mayores de CCOO y UGT empezaron ya: si estos sencillamente llaman a no luchar los otros llaman a luchas tan ridículas que desmoralizan a quienes podrían interesarse. Es ése el gran logro del sindicalismo amarillo (y CGT y el Libre entran de lleno en este color): anular la capacidad de luchar, minar la confianza en la pelea y la organización, hacer que se aborrezca la misma noción de sindicato. Unos lo hacen mediante el engaño simple; otros mediante la estafa compleja, dando ilusiones que su misma lógica perversa (las huelgas simbólicas, los paros en día de puente…) destruye irremediablemente. Dos caras de una misma moneda.
Porque para luchar por las verdaderas necesidades de los trabajadores todo lo que hace estas organizaciones anti obreras es completamente contraproducente. Para luchar hace falta la presencia continua en los centros de trabajo, no para explicar o reclamar (o para hacer como si tal) sino para organizar, para dar consistencia al descontento que no sabe cómo manifestarse. No mediar con la empresa sino levantar la fuerza de los trabajadores, desde los puntos mínimos, desde las reivindicaciones más pequeñas y cotidianas. Uniendo a los trabajadores sobre la base fundamental de nuestras necesidades comunes: reducción de la carga de trabajo, aumento salarial, garantías de supervivencia para los temporales. Y dentro de este abanico un sinfín de enfrentamientos cotidianos, sobre los únicos que cabe levantar una lucha que un día sea general.
Si los trabajadores quieren vencer deben tomar la lucha en sus propias manos. Si en los sindicato aún hay quien quiera exactamente esto deberá demostrarlo haciéndolo patente, buscando confluir con quienes también lo quieren lo necesitan. Por pequeñas que sean las perspectivas, ya son todo lo contrario a estas huelgas de carácter suicida, a este sindicalismo anti obrero por fines y medios.
Por la organización y la lucha de los trabajadores